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Manzanilla en Castilla y León: dónde encontrarla, propiedades y diferencias con la industrial

La manzanilla (Matricaria chamomilla) es una de las plantas medicinales más conocidas y utilizadas en España. Presente en el campo desde hace siglos, se ha convertido en un remedio natural muy valorado para calmar el sistema digestivo, reducir la ansiedad y favorecer el sueño. Aunque hoy en día es fácil encontrarla en cualquier supermercado en forma de bolsitas industriales, lo cierto es que la manzanilla silvestre de Castilla y León y otras regiones españolas conserva un valor especial por su pureza, aroma y tradición.

En este artículo descubrirás dónde se puede encontrar la manzanilla en el campo español, cuáles son sus propiedades más destacadas y qué diferencias existen entre la planta recogida de forma natural y la manzanilla industrial que consumimos habitualmente.

Dónde se encuentra la manzanilla en España

La manzanilla crece de manera silvestre en zonas de clima mediterráneo y continental, y en España es especialmente abundante en Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura. Prefiere los suelos secos, arenosos y con buena exposición solar, por lo que se localiza fácilmente en los márgenes de caminos rurales, campos de cultivo abandonados, praderas y pastizales.

En Castilla y León, por ejemplo, la manzanilla aparece en primavera y verano en zonas de secano y llanuras cerealistas, especialmente en provincias como Valladolid, Zamora, Palencia y Segovia. Su presencia suele ser tan abundante que en muchos pueblos la población local todavía la recolecta de manera artesanal para consumo propio, siguiendo una tradición transmitida de generación en generación.

La flor de la manzanilla silvestre se recolecta a mano cuando está en plena floración, normalmente entre mayo y julio, y después se seca a la sombra en lugares ventilados. Este proceso, aunque más lento y laborioso que el industrial, permite conservar al máximo sus aceites esenciales y propiedades medicinales.

Campo de manzanilla / Ruralísimo

Propiedades de la manzanilla silvestre

La manzanilla silvestre española es muy apreciada por sus efectos calmantes, digestivos y antiinflamatorios. Sus principales propiedades son:

  • Calmante digestivo: ayuda a aliviar dolores de estómago, gases y digestiones pesadas.
  • Relajante natural: favorece el sueño y reduce el nerviosismo gracias a su acción suave sobre el sistema nervioso.
  • Antiinflamatoria y analgésica: útil en casos de dolores menstruales, migrañas leves o inflamaciones de garganta.
  • Cicatrizante y antiséptica: aplicada en forma de infusión o compresa, ayuda a calmar irritaciones oculares, pequeñas heridas y eccemas.

Estas propiedades se deben a la riqueza en aceites esenciales como el camazuleno y el bisabolol, presentes en mayor concentración en la manzanilla silvestre que en muchas variedades cultivadas de forma masiva.

Diferencias entre la manzanilla silvestre y la industrial

Una de las grandes dudas de los consumidores es si existe realmente diferencia entre la manzanilla que se compra en bolsitas en un supermercado y la manzanilla silvestre que se puede recolectar en el campo. La respuesta es clara: sí, existen diferencias notables.

La manzanilla industrial se cultiva en grandes extensiones, normalmente fuera de España, y se somete a procesos de secado y envasado masivos que pueden reducir la concentración de principios activos. Además, en muchos casos, lo que llega a las bolsitas de infusión no son flores enteras, sino fragmentos triturados que han perdido parte de su aroma y propiedades.

Por el contrario, la manzanilla silvestre de Castilla y León y otras regiones españolas conserva toda su potencia natural. Sus flores completas, secadas de manera artesanal, mantienen una mayor concentración de aceites esenciales, lo que se traduce en un sabor más intenso, un aroma más fresco y un efecto medicinal más pronunciado. Además, recolectar la planta en el campo tiene un valor añadido: la conexión con la naturaleza y la tradición popular, que refuerzan la experiencia de consumo.

En conclusión, la manzanilla de Castilla y León es mucho más que una simple planta para infusiones. Representa una tradición medicinal profundamente arraigada en el campo español y sigue siendo una alternativa natural frente a los productos industriales. Sus propiedades calmantes, digestivas y antiinflamatorias la convierten en una aliada para la salud cotidiana, mientras que sus diferencias con la manzanilla industrial demuestran la importancia de mantener vivas las prácticas tradicionales de recolección y secado.

La próxima vez que disfrutes de una infusión de manzanilla, recuerda que en los campos españoles florece cada primavera una versión más pura, más aromática y más potente de esta planta, un tesoro natural que merece ser preservado.

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